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Cesar Acuña otorgó como Fundador de la UCV, el grado de Doctor Honoris Causa al premio Nobel de La Paz, Adolfo Pérez

·        La ceremonia de reconocimiento se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires, dónde el fundador de la universidad peruana también mencionó y reconoció la labor de Mirta Acuña de Baravalle, activista, militante y una de las doce fundadoras de las Madres de Mayo. 

En una ceremonia de distinción, en la ciudad de Buenos Aires, la Universidad César Vallejo entregó el grado más alto que brinda la institución universitaria peruana, Doctor Honoris Causa, al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquive.

Este reconocimiento que ha sido entregado a su trayectoria como una de las principales figuras mundiales por la defensa de los derechos humanos en América Latina, se realizó en el Campus de la Universidad Pedagógica Nacional – UNIPE y contó con la presencia de las autoridades de la universidad peruana como el fundador de la Universidad Cesar Vallejo (UCV), Dr. Cesar Acuña Peralta; la Rectora de la Universidad Cesar Vallejo, Dra. Jeannette Tantaleán Rodríguez; la Gerente General de la Universidad César Vallejo, Dra. Karina Cárdenas Ruiz y el Rector de la Universidad Pedagógica Nacional, Dr. Adrián Cannellotto.

“Primero quiero agradecer a Dios porque hace treinta años me iluminó para fundar la Universidad César Vallejo y es por ese motivo que hoy estamos todos aquí. Hoy, las universidades tienen la gran responsabilidad de formar profesionales para el mundo, personas con valores que quieran aportar a su país y al mundo. Todos debemos tener fe y esperanza, ese será el camino para la verdadera justicia y la dignidad del ser humano”, expresó Acuña Peralta.

En la ceremonia en la que también estuvieron presentes autoridades como el embajador de Perú en Argentina, Peter Camino Cannock y el Cónsul General del Perú en Buenos Aires, Carlos Vallejo Martel; el Dr. Adolfo Pérez Esquivel agradeció la distinción entregada por la universidad peruana y expresó que el trabajo que viene realizando es el producto de un equipo de profesionales comprometidos con el bienestar de los ciudadanos.

“Este un trabajo compartido de hombres y mujeres que trabajan permanentemente por la resistencia cultural. No somos países pobres, somos países empobrecidos y para combatir eso, tenemos que educar. La educación como práctica de la libertad, la educación como conciencia crítica y valores. Eso tenemos que transmitirles a las nuevas generaciones. La lucha no termina, tenemos sistemas democráticos que no son buenos y necesitamos una democracia participativa, donde hombres y mujeres tengan los mismos derechos”, agregó el Premio Nobel de la Paz.

En la misma ceremonia también se hizo el reconocimiento y mención a Mirta Acuña de Baravalle, activista y militante por la causa de los derechos humanos en la Argentina y una de las doce fundadoras de las asociaciones Madre de la Plaza de Mayo y Abuelas de la Plaza de Mayo.

Sobre el Grado Honoris Causa UCV.

Este reconocimiento a Adolfo Pérez, no es el primero que otorga la Universidad César Vallejo. En años anteriores también se ha reconocido a personalidades como Tawakkol Karman (Premio Nobel de la Paz 2011), Shirin Ebadi (Premio Nobel de la Paz 2003), Leymah Gbowee (Premio Nobel de la Paz 2011), Jody Williams (Premio Nobel de la Paz 1997), Rigoberta Menchú (Premio Nobel de la Paz 1992), Mario Vargas Llosa (Premio Nobel de Literatura 2010), Lech Walesa (Premio Nobel de la Paz 1983) y Muhammad Yunus (Premio Nobel de la Paz 2006).

Cabe recordar que Adolfo Pérez Esquivel, nació en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1931. Es un arquitecto de profesión, escultor y docente.

Su trabajo como destacado defensor de los derechos humanos y del derecho de libre autodeterminación de los pueblos, empezó desde 1971 cuando se involucró en movimientos que luchan por la paz y la justicia. Desde 1976 se dedicó a viajar por el mundo y a diseñar programas de ayuda y desarrollo para comunidades indígenas latinoamericanas, movimientos obreros y otros grupos de personas necesitadas.

En 1980 recibió el Premio Nobel de la Paz por su lucha en favor de los derechos humanos y, al poco tiempo, fue designado miembro del Comité Ejecutivo de la Asamblea permanente de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos. Ha contribuido en numerosas misiones internacionales, en campañas de resolución de conflictos en Sudamérica, Afganistán, Oriente medio, entre otras.

Actualmente dedica su tiempo a la Fundación Servicio, Paz y Justicia y el proyecto Aldea Niños para la Paz, que atiende a numerosos niños de riesgo social.

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